Las Constelaciones Familiares – Orden al Sistema Familiar

Cada uno de nosotros a lo largo de nuestra vida vamos guardando experiencias vividas desde la niñez. Por amor a nuestros padres, muchas veces adoptamos reacciones o tomamos partido con alguno de ellos o soportamos cargas que luego nos afectaran la vida de adultos.

Muchos problemas emocionales vienen de nuestra historia y relación familiar, muchos de ellos pueden estar relacionados con la repetición de ciertos comportamientos o situaciones que se presentan de nuevo de generación en generación, por ejemplo, enfermedades, ansiedad, depresión, abortos, divorcios, problemas económicos, etc.

Muchos de nuestros comportamientos, síntomas o sentimientos no están vinculados a nuestra historia personal en su totalidad, sino que tienen un origen en una lealtad familiar que busca en una nueva generación retome esos conflictos no resueltos de generaciones anteriores.

Las Constelaciones Familiares permiten mostrar a la luz estos conflictos no resueltos y repararlos para liberar a los que los llevan.

 

Órdenes del amor de las Constelaciones Familiares

Bert Hellinger, creador de las Constelaciones Familiares, denominó a las normas que regulan los sistemas humanos, Órdenes del amor. El orden está por encima del amor de la misma forma que el cauce conduce al río o el vaso contiene el agua. El amor sólo se desarrolla dentro del orden, pudiendo así crecer y prosperar.

Cuáles son las tres normas que regulan los sistemas humanos

La pertenencia.

Todos los miembros de una familia tienen el mismo derecho de pertenencia. El simple hecho de nuestro nacimiento nos da un lugar en la familia.

El orden.

El orden sistémico respeta el orden cronológico. Así los padres vienen antes que los hijos. El primer hijo viene antes que el segundo y así sucesivamente. Un primer cónyuge guarda su lugar de primer cónyuge, incluso si no es ya el cónyuge actual.

El equilibrio entre dar y tomar.

Las relaciones humanas se equilibran según un intercambio equitativo entre dar y tomar (o recibir). La perpetuidad de una relación es condicionada por la igualdad de este intercambio.

Entre padres e hijos, el intercambio se hace de manera diferente: los padres dan la vida al hijo, el hijo recibe la vida de sus padres. Cuando el hijo se vuelva padre dará a su vez a sus hijos, que tomarán. Así el

intercambio entre padres e hijos se equilibra ya que la deuda de los hijos hacia los padres por la vida recibida es tan grande que es imposible de devolver. De esta forma el equilibrio se establece.

Y en general, la manera de devolver siempre será lo más importante, hacer algo bueno con nuestras vidas que pueda devolver algo a nuestro entorno.

Metodología.

La manera de trabajo dentro de las Constelaciones se fundamenta en trabajar con representantes que estarán al servicio de la persona que constela un tema en especial dentro de un grupo. Y el alcance del trabajo no se limita a la persona que ha constelado solamente sino también a su Sistema Familiar al que pertenece.

Asimismo, todos los participantes del grupo que acompañan a la persona que constela, se ven también afectados en la solución del tema dado a que podrían ellos o su familia estar viviendo situaciones similares o tener el mismo problema.

¡¡Te invitamos a participar de las Sesiones grupales que realizamos mensualmente y beneficiarte de los resultados!!

Autora:

Lic. Rosa Maria Hernandez – Consteladora Familiar